Quisiera, por una rendija entreabierta, vigilar tus sueños.
Penetrar en las intimidades que guardas encerradas
y aprovecharme de ellas para venerarte mejor,
para devolverte un poco del amor que tú me das.
Quisiera, desde una nube que atraviesa sutilmente tu estancia,
disfrutar del murmullo sigiloso de tu respiración
y atraerte, sin que lo percibas siquiera,
a un abrazo cariñoso e inextinguible.
Quisiera profundizar tu inagotable cuerpo
para amortiguar sentimientos dilatados,
deseados, confundidos, insatisfechos
y susurrarte al oído un te quiero inagotable.
Quisiera escuchar la sintonía accesible de tu corazón
para acompañar con movimientos cautelosos
designios inabordables hasta ese preciso momento.
Y, susurrarte, de nuevo, tiernas palabras desconocidas.
domingo, 19 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
UNA LUZ FULGURANTE
Escaparé de la nieve que cubre las aceras.
Buscaré una luz fulgurante, un espacio perfecto.
Escaparé de la condena perpetua, de los anhelos imposibles.
Examinaré aquellos colores que dejé y no son lejanos.
Tengo una oportunidad y no desistiré.
Puedo ir a cualquier lugar pero escudriñaré, una vez más,
esa luz luminosa e intensa que me hace ver las cosas
con un talante más optimista,
a la manera impetuosa del resplandor que cerca
los sueños hermosos.
Buscaré una luz fulgurante, un espacio perfecto.
Escaparé de la condena perpetua, de los anhelos imposibles.
Examinaré aquellos colores que dejé y no son lejanos.
Tengo una oportunidad y no desistiré.
Puedo ir a cualquier lugar pero escudriñaré, una vez más,
esa luz luminosa e intensa que me hace ver las cosas
con un talante más optimista,
a la manera impetuosa del resplandor que cerca
los sueños hermosos.
viernes, 5 de noviembre de 2010
EN SENTIDO FIGURADO
La revista literaria "En sentido figurado" publica en el número de noviembre-2010, mi poesía PÁLIDA LUZ DE LUNA. Además, la imagen fotográfica que acompaña a la poesía, es tambien de mi autoría (Imagen:©“Farolillos en el Paseo del Prado”, de Luis López. España, 2008).
Me siento muy agradecido de su publicación
Me siento muy agradecido de su publicación
domingo, 31 de octubre de 2010
EL BOSQUE DE LOS ALERCES
Pasear por el bosque de los alerces ralentiza los rechazos vitales,
dificulta la pertinaz realidad del aniquilamiento
quebrantando, por momentos, la integridad recurrente.
En esa siniestra oscuridad se desarrollan conversaciones entrañables.
Es el refugio obstinado para encuentros sospechosos.
En ese bosque lejano, de perfectos encubrimientos, un día te pregunté:
¿Lo harías? Y, pensándolo más de la cuenta, respondiste: sí.
Por desgracia, ese sí, aparentemente positivo,
se convirtió en un ataque aniquilador de oportunidades resguardadas.
dificulta la pertinaz realidad del aniquilamiento
quebrantando, por momentos, la integridad recurrente.
En esa siniestra oscuridad se desarrollan conversaciones entrañables.
Es el refugio obstinado para encuentros sospechosos.
En ese bosque lejano, de perfectos encubrimientos, un día te pregunté:
¿Lo harías? Y, pensándolo más de la cuenta, respondiste: sí.
Por desgracia, ese sí, aparentemente positivo,
se convirtió en un ataque aniquilador de oportunidades resguardadas.
lunes, 21 de junio de 2010
EL VERANO ESPERA AL OTRO LADO DEL ESPONTÁNEO DECORADO
Me acurruco en el instante sostenido
de los plazos alargados de una luz desorientada.
A lo lejos, presiento en los yermos paisajes sorianos,
la humedad desprendida por la última nube primaveral.
Un haz luminoso aparca en los árboles extraviados
y la nube, con su halo desprendido,
confunde ese instinto que supone que el verano espera
al otro lado del espontáneo decorado.
de los plazos alargados de una luz desorientada.
A lo lejos, presiento en los yermos paisajes sorianos,
la humedad desprendida por la última nube primaveral.
Un haz luminoso aparca en los árboles extraviados
y la nube, con su halo desprendido,
confunde ese instinto que supone que el verano espera
al otro lado del espontáneo decorado.
viernes, 12 de marzo de 2010
LA VIDA TRASPASADA
Todo rebota en el espejo de la imaginación desbordada,
y ese instante, que es parte de la existencia, ni se inmuta,
no se sobresalta por tantas esperanzas ya ajusticiadas.
En una lúgubre habitación desolada, encontramos algo
que en blanco y negro transmite frustración,
mientras todo se debilita en esa dimensión translucida de la expectativa
sin siquiera deslizarse el poso solitario de la vida traspasada.
y ese instante, que es parte de la existencia, ni se inmuta,
no se sobresalta por tantas esperanzas ya ajusticiadas.
En una lúgubre habitación desolada, encontramos algo
que en blanco y negro transmite frustración,
mientras todo se debilita en esa dimensión translucida de la expectativa
sin siquiera deslizarse el poso solitario de la vida traspasada.
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