domingo, 19 de diciembre de 2010

PALABRAS

Quisiera, por una rendija entreabierta, vigilar tus sueños.
Penetrar en las intimidades que guardas encerradas
y aprovecharme de ellas para venerarte mejor,
para devolverte un poco del amor que tú me das.

Quisiera, desde una nube que atraviesa sutilmente tu estancia,
disfrutar del murmullo sigiloso de tu respiración
y atraerte, sin que lo percibas siquiera,
a un abrazo cariñoso e inextinguible.

Quisiera profundizar tu inagotable cuerpo
para amortiguar sentimientos dilatados,
deseados, confundidos, insatisfechos
y susurrarte al oído un te quiero inagotable.

Quisiera escuchar la sintonía accesible de tu corazón
para acompañar con movimientos cautelosos
designios inabordables hasta ese preciso momento.
Y, susurrarte, de nuevo, tiernas palabras desconocidas.

No hay comentarios: