martes, 30 de enero de 2007

AMANECER NECESARIO

Los copos de nieve bailan en el aire,
tensamente inquietos suspendidos de la nada,
cayendo van formando espirales verticales
de natural blancura intensa.

Los copos forman estratos acumulados de nieve,
incesante lanzamiento níveo
de cristales helados en el ambiente hostil.

Nieve virgen cubriendo con su manto
inacabadas sendas hacía la pertinaz noche.
Futuro ahora más blanco y más frío
que devolverá a las formas sus principios naturales.

Caminos incesantes e inacabados hacía un destino
de colores y grandes espacios
que realzará el resplandor despejado y sumiso
del amanecer necesario.

viernes, 12 de enero de 2007

EL TIEMPO Y LA VIDA

El tiempo se apacigua lentamente,
el mar, transigente, economiza energía,
todo, de repente, vuelve a la calma.

Las nubes que antes amenazaban tormenta
se refugian intempestivas al abrigo de la montaña,
ingravidas montañas acompañando al mar, tan azul.

Y azul se transforma el entorno,
Azul lo que antes, poco tiempo atrás,
era un gris intenso que abatía tristeza e intolerancia.

La vida es así, un ir y venir, frágil y momentáneo,
del gris al azul y del azul al gris,
la vida puede ser tormento o simplemente paz.

Vivimos la intensidad, nos impregnamos de belleza,
vivimos para ir pasando de la desolación a la esperanza,
y la esperanza ha de ser el refugio de la montaña
y un despejado azul, reflejo del húmedo e inalcanzable mar.

EL OCÉANO

EL OCÉANO

Una ola se estrella contra la arena,
su espuma se dispersa en el aire,
mientras una gaviota solitaria se sumerge
en el profundo y vigoroso océano.

Comienza el frío otoñal
y la playa se abandona
al batir de olas y vientos.
Todo se convierte, repentinamente, en gris.

El mar forma picos blanquecinos
que se van acercando al cielo.
Una nave se dispersa en el horizonte...
Formas poéticas del otoño aparecido.

DOLOR IRREVERENTE Y SOLITARIO

DOLOR IRREVERENTE Y SOLITARIO




Habíamos dedicado demasiado tiempo a estructurar nuestros sentimientos.
Olvidamos lo más importante: nosotros mismos.
Transformamos el tiempo para entregarnos a lo que ansiábamos.
Fueron formándose posos reales y responsables.
Realizamos sesiones de magia en los constantes encuentros.
Amamos, sufrimos, sofocamos el incendio de nuestro interior.
Todo resultaba ansioso y rápido, pero verdadero.
La distancia, ese obstáculo insalvable, nos descompuso por momentos.
Atravesamos desiertos de complejidad y,
premeditadamente, aunque de repente, nos fuimos alejando de lo importante,
de nuestros intereses, de la pasión desaforada del corazón acompañado.
El alma se tornó oscura, enfermó.
El corazón se convirtió en prepotente y hostil.
Nos abandonamos y la infelicidad poseyó nuestros sentimientos.
Nos tornamos insolidarios, limitados, crueles.
El amor se convirtió en odio, las respuestas se volvieron preguntas, la ansiedad olvido.
Y nos perdimos conversando con los sueños y la pesadilla de un dolor irreverente y solitario.

LA ÚLTIMA OLA DEL MAR EMBRAVECIDO

LA ÚLTIMA OLA DEL MAR EMBRAVECIDO




No sé qué se puede hacer sin tí, sin tu compañía, sin tu presencia.

Tendré más tiempo para acompañar la última ola del mar embravecido.

Acunaré la luna en sus cambios acompasados.

Soñaré en presencia de esa melodía que fue nuestra compañera.

Me dejaré llevar por los pensamientos más hermosos de los que formas parte.

Contemplaré tu cuerpo en las fotos ya imaginarias, sin valor.

Me acostaré a pensar en tu presencia desvariada y lejana.

Mojaré la almohada de enternecedoras lágrimas, compuestos líquidos de amor.

Y esperaré la puesta de sol para examinar los colores que lo iluminan todo,

en esa terrible espera que jamás producirá el milagro de tenerte de nuevo.