Rescato música sosegada y tranquilizante.
Interiormente algo me traslada a otro momento.
Realizo una llamada telefónica para redimir mi soledad,
o más bien para disuadir mí apesadumbrado estado.
Un timbre tras otro da paso a un final esperado:
“No hay nadie en casa. Deje su mensaje”.
Lo hago a la vez que diviso el mar alborotado.
Un viento huracanado choca contra él
mostrando una espuma agitada.
Otro eco musical origina en mí
estímulos necesarios.
Se encienden las luces, precisas, del paseo.
Todo discurre precipitadamente.
Me visto apresuradamente y, muy pronto,
me encuentro con las sombras que producen las farolas
agitadas por el viento.
Se trata de mi sombra y me desplazo huyendo de este instante.
4 comentarios:
Primeramente antes que nada pido perdón... por no haber enredado en tu ventana y no descubrir hasta ahora este bello espacio... que lo enlazo con Un rincón para leer... espero que con tu permiso...
Bellas poesías, Luis...
Un abrazo
En un instante cambia el mundo, en un instante buscamos la luz y en un instante nos llega la oscuridad.
Ignoro como he llegado hasta aquí, quizá había venido antes.
Me ha gustado mucho
Escribir es mi pasión mi mundo interno se basa en la escritura, en redactar, una letra detras de otra. pero la quienes escriben buena poesía tienen mis repetos.
y esta es poesi pura...
un saludo
Muchas gracias por todos vuestros animosos comentarios. Saludos.
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