Estrecho el cerco de la enfermedad,
quiero desatar furor con mi energía.
Traspasar lo amargo de lo íntimo,
intentar trasladar con mi sonrisa
un canto positivo a situaciones angustiosas.
Solitarias, vulnerables, crueles,
desarboladas, inhumanas, estériles...
Pero no dejar de pensar en el presente,
transgresor involuntario de lo cotidiano.
Reparar lo intolerable,
contagiar alegría a mis seres queridos,
pensar y sentir en positivo.
Hay tregua... y si hay tregua
la esperanza será lo último que perderé.
1 comentario:
Precioso poema a la esperanza del dolor...muy gratificante .Un saludo y que tengas un buen fin de semana.Un saludo.Angela
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