lunes, 10 de marzo de 2008

BAILA, SUFRE, SUEÑA

Sueña que puede soñar
asolando emociones internas.

Llora. Cuando llora nada es implícito,
inunda sus pálidas mejillas
de ternura rescatada.

Se emociona fácilmente
con cualquier música penetrante.
Llora. Cuando llora sufre,
y no quiere sufrir, no merece la pena.

Se obsesiona. Es penetrante y cálida.
Se apasiona. No encuentra tiempo
para ordenar su talento, sus destrezas.

Y mientras espera, baila.
Baila para olvidar sus penas,
para renovar su interior,
para adentrarse en las pasiones.
Baila para remover su espíritu,
para atravesar muros opresores,
para atenuar nostalgias,
para regresar al punto de partida.

Baila, sufre, sueña.
Se alimenta de interiores
demostrando sus naturales deseos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente poesía. Excelente. Un contenido que invita a saborear cada palabra, cada frase como si fuese un delicioso bombón. Y repetir y repetir sin que cause hastío.
Cada frase es tan diciente que invita a pensar si la fuente de inspiración es un amor verdadero o solo inspiración de poeta al que la riqueza de palabras le fluye con naturalidad como al pintor su obra.