Una gaviota se desliza en el aire,
e s p l é n d i d a,
y aparece otra
que desciende hacía el mar.
Quito la radio.
Un tipo hace referencia a su música.
Es andaluz y apuesta por lo que había antes.
Debe ser importante, ha estado en Unites States.
Pongo algo personal,
música más adecuada al momento,
de gaviotas regresando
y olas desatinadas.
Compruebo que el viento es favorable
y salgo al exterior
no acabo de adaptarme
hace pocas horas que llegué.
Nada es extraño
y, sin embargo,
todo sucede apresurado,
sin tregua.
Estoy sin estar
y me dedico a observar
paisajes esperados
pero extraños esta vez.
La nueva música,
ahora elegida por mí,
me aproxima a la realidad
esperando sintonizar.
Habla de sonidos
poco estridentes, justos,
en sintonía con mi estado.
Suena el mar y suena un violín.
Apuro mi vinho balsámico
deleitándome con la luz
del atardecer mediterráneo
que, una vez más, evoca tu ausencia.
1 comentario:
Se agradece leerte de nuevo..
Un beso
PD: te lo dije en su momento y te lo repito, esta fotografía es una de mis grandes favoritas tuyas. Es maravillosa. Algún día te la pediré
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