Despierto.
La última ola irrumpe con brusquedad
el penetrante silencio ahora olvidado.
Me asomó a la terraza
y la luna descubre blancas espumas.
A lo lejos decenas de pesqueros
se deslizan sonoros en el horizonte.
Es madrugada y estoy despierto
asumiendo la terquedad de la soledad transgredida.
Fiebre embravecida repentinamente.
4 comentarios:
Cuanta melancolìa tienen tus escritos, son bonitos, al igual que tu blog. volverè si me lo permites.
Besos y muchos màs.
Hay soledad, pero al mismo tiempo hay una corriente profunda de sentimientos, que en la noche se hacen aún más infinitos.
Un cordial saludo.
si pudiera darle un color.. un aroma a tus letras, serian de aquellos que nacen de un parpadeo lento y de un sueño intenso.
Adagios
http://saborapiel.blogspot.com/
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