Desaparezco consecuente
e inconsecuentemente sueño.
Permanezco despierto
y subconscientemente entristezco.
Solitario e inseguro
me transporto a esa sobreprotección
que un día aportaste.
Me trastorna tu presencia
intransigente con la necesaria armonía
de tu sensible transparencia.
Inconsecuentemente sueño
y desaparezco por un momento
desesperado por la transformada belleza
de tu segura presencia